Los
pies son tan importantes como las manos, pero sólo nos acordamos de
ellos cuando llega la primavera, pues es cuando empezamos a usar
sandalias y zapatos descubiertos. El cuidado de nuestros pies ocupa
una segunda posición en comparación con otros tratamientos de
belleza, sólo en los meses de calor es cuando más nos preocupan y,
por consiguiente, cuando más pendiente estamos de ellos y de que
luzcan muy bonitos. Pero si queremos tener unos pies perfectos para
la primavera es importante que los cuidemos en los meses de frío.
Para
cuidar los pies es recomendable andar descalzos en lugares seguros
como el césped, la arena o por alfombras. Se trata de un ejercicio
muy saludable para nuestros pies pues así conseguiremos activar la
circulación y que transpiren dándoles un descanso sin zapatos para
que no les oprima.
Un
consejo muy importante para el cuidado de nuestros pies, es usar una
crema hidratante. Nuestro cuerpo siempre agradece que lo hidratemos
con una crema, pero en la mayoría de las ocasiones se nos olvida que
nuestros pies también lo necesitan. Por eso, es recomendable que
siempre que hidratemos nuestro cuerpo nos acordemos de los pies y
apliquemos la crema con suaves masajes, sobre todo en la zona del
talón porque es muy normal que aparezcan durezas.
Si
durante el día has tenido una jornada muy larga y llegas a casa con
los pies cansados y doloridos, lo mejor es ponerlos en remojo durante
unos minutos en agua tibia, así sentirás un alivio instantáneo.
Además, para lavarlos es recomendable usar un gel de pH 5,5 que
respete el pH ácido de nuestra piel.
Tan
importante como la hidratación y el lavado de los pies es su secado.
Conviene secar minuciosamente los pies insistiendo en los espacios
entre los dedos ya que el exceso de humedad y el calor favorece la
proliferación de hongos y bacterias.
Si
quieres que tus pies estén perfectos cuando los luzcas, acude una
vez al mes a tu centro de estética para que te realicen un buen
tratamiento de pedicura. Además, en algunos centros, completan el
tratamiento con una hidratación de parafina, que hace que el aspecto
de nuestros pies mejore con una sola sesión.
Por
último, es conveniente efectuarse una revisión anual de nuestros
pies aunque no se tenga ninguna afección puntual con el fin de que
posibles patologías puedan tener nefastas repercusiones, tanto para
la marcha como para la estética.
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