Muchas veces, al ser
joven se cae en el grave de error de pensar que no es necesario dedicarle
especial atención a nuestra piel. Sin embargo, es precisamente porque nuestra
piel está en su mejor momento, que debemos aprovechar y mimarla desde el principio. Así evitaremos que se produzcan
problemas graves en un futuro.
Cuando estamos en nuestros 20 no importante tanto la
cantidad de tratamientos o productos, si no saber elegir los adecuados y ser
constante. Crear un hábito de cuidado desde una edad temprana siempre garantiza
un buen futuro.
Vamos a potenciar los puntos fuertes:
Piel hidratada y limpia
No bajes la guardia, pensamos que ahora que nuestra piel lo aguanta todo y somos más despistadas para cumplir nuestra rutina de belleza. Hay que desmaquillarse sin falta antes de acostarse y lavarse bien la cara día y noche. Tras el producto de limpieza hay que aplicar un tónico, para acabar de arrastrar la toda suciedad, refrescar y equilibrar el ph de la piel. Además, una vez a la semana ( si no tienes la piel sensible ) podemos usar un exfoliante suave que ayudará a eliminar las células muertas. O bien realizar un peeling más exhaustivo cada mes.Piel luminosa
Tenemos que centrarnos en reforzar la barrera natural de la piel, que es idónea en esta época. Hay que tener claro cuál es nuestro tipo de piel y que atención necesita (esta deshidratada, grasa, seca, tirante…) Por ejemplo si tienes un tipo mixta elige maquillajes ligeros o en polvo. Para la piel seca, mejor opta por las texturas en crema. Es importante darla ahora el producto que necesita para que se siga viendo jugosa y no apergaminada.Es clave también cuidar la dieta
No hay que centrarse en perder peso, y menos por épocas (después de Navidades, antes de verano…) porque el efecto yo-yo es realmente perjudicial para el contorno de nuestra figura que todavía no está asentado.
Y ya sabes, los veinte es la época de equivocarse y
aprender, pero en cuestión de belleza nadie quiere arrepentirse después.