
El sudor que emana nuestro cuerpo con el deporte permite que se eliminen las toxinas y los agentes que obstaculizan los poros, además de ayudar a una eliminación más rápida de las células muertas de nuestro cuerpo.
Cuando hacemos ejercicio activamos la circulación de la sangre, lo que deviene en una apropiada oxigenación y aporte de nutrientes eliminando los metabolitos. Además, el ejercicio constante y rutinario permite que nuestra piel se regenere más rápidamente y con mayor regularidad.
Al hacer deporte conseguimos que se refuerce el colágeno y la elastina. Por lo que el resultado no puede ser más motivador ya que conseguimos una piel de aspecto más sano, más lisa, elástica y firme.
Si eres de la que te da pereza hacer ejercicio, siempre tienes la opción de poner un cd de música y bailar durante una hora dos o tres días a la semana; verás como en un par de meses mejora tu piel, estado de ánimo y el estrés.
Sin embargo, si eres de las que no tienes tiempo de ir al gimnasio o tomarte un par de horas a la semana para bailar, siempre podrás optar por un tratamiento para aumentar la circulación sanguínea y así conseguir que la piel luzca lisa y reafirmada.
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