A todas nos encanta tener un color de piel
aceptable que pase del blanco nuclear, si este tono es un moreno-dorado
brillante mejor que mejor. Para conseguirlo no basta con ponernos al sol y
dejar que sus rayos nos coloreen la piel; es importante saber cómo tomar el sol
para reducir al máximo los riesgos que traen la exposición solar.
Entre las 12 y las 16 horas es cuando las
radiaciones solares con más agresivas; por ello, Pilar Pérez, profesora de la
UNIR, recomienda que estos son los momentos en los que hay que evitar tomar el
sol o bien aumentar la protección.
El tipo de piel que tengamos también es un
factor importante a tener en cuenta a la hora de tomar el sol pues en el caso
de las personas pelirrojas y de ojos claros, por ejemplo, son las que menos
tiempo deben estar expuestas al sol y todas las que son morenas y de ojos
oscuros lo pueden tomar durante más tiempo.
Para que nuestra piel no sufra ningún
problema debe estar correctamente hidratada, limpia, sin maquillaje y sin habernos
echado ningún tipo de producto que contenga alcohol o perfume media hora antes
de ponernos a tomar el sol. Tendiendo nuestra piel limpia ya es el momento de
protegerla con una crema solar.
Es importante que nos pongamos la crema de protección
solar una media hora antes de empezar a tomar el sol, pues es el tiempo que
tarda la piel en absorber la crema totalmente. A la hora de escoger la
protección solar, tienes que asegurarte que el SPF sea de 30 o más. Una vez en la playa o la piscina, recuerda
volver a ponerte la crema después del baño y no estimes en cantidad pues, a
menudo, nos ponemos mucha menos crema de la que deberíamos.
Por último, no olvides proteger también tu
cabello con productos que contengan filtro solar y tu rostro con sombreros y
cremas de protección solar más altas.
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