De todas las partes del cuerpo,
aquella en que la piel necesita mayor cuidado y esmero es la del rostro, pues
para que éste resulte atractivo es necesario, ente todo, contar con la pureza
de la tez. Para conseguirlo, hay que luchar contra las arrugas, los poros
abiertos, puntos negros, sequedad excesiva, acné…
El uso y abuso de los cosméticos
no adecuados puede producir el efecto contrario que queremos conseguir
terminando por estropear la tesura de la piel. De ahí la necesidad de preguntar
a un especialista de confianza qué cremas nos recomienda para nuestro tipo de
piel.
La limpieza del cutis es un
elemento indispensable en la conservación del rostro, tanto femenino como
masculino, que por regla general recibe a diario la aplicación de cosméticos y
maquillajes, y que con frecuencia anidan en él impurezas que dan lugar a la
presencia de esos tan indeseables puntos negros, manchas y otras muchas
anormalidades que tanto contribuyen a afear considerablemente el rostro.
La limpieza con agua no es
suficiente para dejar limpia la piel del rostro, por lo tanto, es necesario
seguir un procedimiento natural y sencillo que contribuya a embellecer y
cultivar hábilmente el rostro, proporcionándole y prolongándole lozanía y
frescura. Este cuidado del cutis no es necesario hacerlo todos los días, con
una vez a la semana es suficiente.
Sin embargo, si es necesario
lavarnos el rostro todos los días. Para el cuidado diario basta con hacerlo con
abundante agua y masajeando el rostro en dirección siempre ascendente. Es
conveniente que después de lavarnos, sequemos bien la piel restregándonos la
cara con una toalla esponjosa y, también, en dirección ascendente. De esta
forma, conservaremos la epidermis limpia y tersa y los músculos recobrarán su
natural vigor.
Por último, un consejo: si tienes
el cutis seco utiliza agua fría y si tu cutis es graso, normal o delicado, el
agua debe ser tibia.
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