miércoles, 12 de junio de 2013

Exfoliación: conoce todo acerca de ella

La exfoliación es el proceso natural de renovación celular de la piel mediante la eliminación de las células muertas de la epidermis. A cada instante, la dermis produce células nuevas que se van regenerando constantemente. Pero estas células también van envejeciendo y muriéndose quedando depositadas junto a las impurezas sobre la epidermis. Nuestro cuerpo lleva a cabo un proceso natural para eliminar las células muertas pero es aconsejable ayudarlo realizándonos exfoliaciones artificiales.

La exfoliación artificial es una limpieza profunda que ayuda a eliminar las células muertas que se acumulan en la superficie de la piel. La exfoliación acelera el fenómeno natural estimulando la regeneración celular y la circulación sanguínea de la superficie, lo que favorece la eliminación de toxinas. Además, cuando nos exfoliamos, conseguimos limpiar la piel accediendo a los poros y dejándolos perfectos y sin impurezas.
Los exfoliantes son productos similares a un gel pero tienen la peculiaridad de contener pequeñas partículas que ‘rascan’ la piel. Dependiendo de la parte del cuerpo que quieras limpiar, existen diferentes exfoliantes con partículas grandes, usados como exfoliantes corporales, y otros con partículas más pequeñas que se usan para el rostro.

Para realizar adecuadamente la exfoliación puedes utilizar un guante o una esponja natural, pero también puedes hacerlo directamente con la mano. Una vez escogido la forma de aplicarlo, coge un poco de exfoliante y aplícalo sobre la piel limpia y húmeda dando ligeros masajes circulares sin frotar demasiado para evitar estirar los tejidos.

Un truco que puedes utilizar para que no se te olvide ninguna parte es empezar por los hombros hasta llegar a los pies pasando por la espalda, el vientre, los muslos, las nalgas y las piernas. Presta especial cuidado con el pecho, ya que es una zona sensible, y con los codos, rodillas y talones pues son las zonas más resecas y ásperas y necesitan mayor atención.

Para retirar el mejunje, acláralo con una ducha de agua caliente y acaba con un chorro de agua fría para tonificar y activar la circulación de la sangre en el cuerpo. Una vez terminado, aplica una crema hidratante para que tu piel quede perfecta.

Si vas a realizarte la exfoliación en el rostro, es aconsejable hacerlo del interior hacia el exterior descendiendo hacia el cuello y el escote. Finalmente acláralo con agua tibia con la ayuda de un disco de algodón. Si lo prefieres, siempre puedes ir a tu centro de belleza y ellos te realizarán una exfoliación más profesional.

La frecuencia para realizarse la exfoliación depende del tipo de piel que tengas. Para las pieles secas y sensibles es suficiente con hacerse una limpieza al mes; para pieles normales puede hacerse una vez a la semana y las personas con la piel grasa pueden hacerse hasta dos exfoliaciones semanales.

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