Es muy común que tanto hombres
como mujeres se depilen en la actualidad, pero el uso de la cera, las pinzas y
las cuchillas ya no son nuestras únicas opciones para no mostrar el vello.
Frente a los métodos tradicionales, la fotodepilación gana terreno, en cuanto a
la eliminación del vello no deseado, a gran escala.
Los tratamientos de
fotodepilación se basan en el principio de la fototermólisis selectiva para
eliminar el pelo. Durante el tiempo que la luz está pasando a través de la
piel, la melanina que contiene la raíz del pelo absorbe la luz y produce un
aumento de la temperatura en el folículo piloso y la destrucción de las células
responsables del renacimiento del pelo.
¿La depilación láser es más
efectiva en mujeres o en hombres?

La fotodepilación no solo se usa
por motivos estéticos, sino que también por motivos médicos. Puede estar
indicada para enfermedades que cursan con exceso del vello, foliculitis, pelos
enquistados, uso de medicamentos que favorecen la aparición del vello no
deseado etc. El más común serían las
infecciones de los pelos o los pelos enquistados, que ocurre mucho en las zonas de las ingles,
axilas y la zona del cuello. El pelo se curva a su salida, se mete y se clava
hacia dentro creando una inflamación y una infección. Con la depilación este problema se
soluciona. Hace unos años atrás se necesitaban antibióticos durante largas temporadas o
incluso en algunos casos cirugía, pero con la fotodepilación ya no es necesario.
¿Por qué se dice que esta época
es ideal para este tipo de tratamientos?

¿Por qué en la cara se obtienen resultados
diferentes?
El área facial femenina es una zona compleja para fotodepilar ya que tiene gran
influencia hormonal y probablemente precise de más sesiones. Por ello, en pacientes con excesivo crecimiento de vello facial,
donde no siempre es posible una eliminación total del pelo, la cuestión debe ser diferente. Nuestro objetivo será que la paciente pase el máximo tiempo
posible sin pelo y para conseguirlo suele ser suficiente con realizar una o dos
sesiones de mantenimiento al año, ya que un cambio hormonal puede desarrollar con facilidad nuevos folículos pilosos activos. Después de una sesión conviene ducharse dando ligero masaje
en la zona depilada con un guante de crin y luego aplicarse crema hidratante en caso de irritación y molestia. En cuanto a la actividad habitual no hay ninguna restricción, salvo evitar la
exposición al Sol del área tratada por lo
menos durante una semana. A veces, puede presentarse ligero enrojecimiento o
alteración en el color de la piel que disminuye al cabo de algunas horas o
días.
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